jueves, 16 de junio de 2011

CARTA DEL JEFE INDIO AL JEFE BLANCO


En esta carta se veclaramente reflejado el pensamiento, no sólo del Jefe Indio, sino la de todas aquellas personas que como él, aman, cuidan y respetan a la naturaleza.
Ya por aquél entonces, el hombre destruía la naturaleza con la construcción de nuevas ciudades. Poco a poco, las ciudades fueron creciendo, construyéndose cada vez más, y como consecuencia talando más árboles, exterminando animales con una contaminación cada vez más acentuada y con la matanza indiscriminada de estos.

El jefe Indio consideraba que la Tierra y todo lo que en ella hay no es de nadie por lo que no tiene dueño, sino que por el contrario el hombre es parte de ella y sin ella no habría vida; se podría decir que ella es nuestra dueña. En cambio como se ve claramente reflejado en la carta el hombre blanco tiene una idea muy diferente, cree que todo lo que hay en la Tierra es suyo como también que tiene derecho a hacer todo lo que desee con ella sin límite aparente, e intenta sacarle a esta el mayor partido posible.

El jefe Indio no entendía el trato, o más bien el maltrato, que la Tierra recibía por parte del hombre blanco, ya que para él el bienestar de la naturaleza suponía la supervivencia del hombre y el bienestar del mismo. Desde este punto de vista, podemos decir que el Jefe Indio predijo la exterminación del hombre como consecuencia de la constante destrucción que él mismo lleva a cabo día a día.

En mi opinión, El Jefe Indio tenía razón, el hombre blanco sólo piensa y actúa por interés propio, en la ganancia de dinero, en el progreso del ser humano, en definitiva, piensa en la búsqueda de la riqueza, teniendo en cuenta el beneficio propio sin importarle el daño que pueda llegar a crear en su alrededor.

La contaminación, que acaba con la capa de ozono, la naturaleza y los animales  se debe a la mano del hombre, al igual que la mayoría de todos los problemas ambientales y soliaces. En definitiva como decía Hobbes: "El hombre es un lobo para el hombre", lo cual quiere decir que tarde o temprano seremos nosotros mismos los que acabaremos con nuestra propia existencia.

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